La hormiga faraón (Monomorium pharaonis) u hormiga faraona, cuya procedencia se desconoce, se ha extendido por la mayor parte del mundo: Europa, América, África, Australia y el sudeste asiático.
Al principio se pensaba que provenía de Egipto, de ahí que se le diera el nombre de faraón, aunque posteriormente se rechazó esa idea.
Las colonias de hormiga faraón son poligínicas, es decir, pueden tener varias reinas en una misma colonia lo que les permite dividirse en colonias más pequeñas.
Son de las pocas especies de hormigas que prefieren vivir en las casas, lo que supone un problema la mayor parte de las veces ya que se convierten rápidamente en una plaga. No es habitual encontrarla en exteriores salvo en climas tropicales o sub-tropicales.
Morfología de la hormiga faraón
Las hormigas obreras faraón miden entre 1,5 y 2 mm y son de un color anaranjado, tirando a ámbar, que va variando de tonos amarillentos a rojizos. Tienen unas piezas bucales masticadoras y unas antenas muy características divididas en 12 segmentos.
Los machos faraón miden en torno a 3 mm, son negros, tienen antenas no acodadas y son alados mientras que las reinas faraón pueden llegar a medir hasta 5 mm, son de un color rojo oscuro y también son aladas.
Tanto las obreras como la hormiga reina tienen la punta del abdomen de color negro.
A pesar de que tanto los machos faraón como las reinas faraón son alados, no pueden volar. Estas alas están formadas por dos pares de alas membranosas unidas a las alas posteriores mediante ganchos.
Disponen de un aguijón no funcional, su peciolo está compuesto por dos nodos y no tienen espinas en el tórax. Además, tienen una visión pobre y el abdomen tiene un estrechamiento en la base que se asemeja a una cintura.
Ciclo de vida de la hormiga faraón
Una única reina faraón puede poner cientos de huevos a lo largo de su vida y las hormigas faraón llegan a su estado de madurez sexual en unos 38 a 45 días desde la puesta de los huevos, dependiendo de la temperatura y humedad relativas.
Los huevos eclosionan entre cinco y siete días más tarde de la puesta.
Para sobrevivir, las hormigas faraón necesitan ambientes cálidos y húmedos para que la colonia prospere. Pueden soportar temperaturas mínimas de 18ºC aunque la temperatura ideal para el correcto desarrollo de la colonia está en torno a los 30ºC.
Debido a su incapacidad de volar, el apareamiento se produce dentro del nido y en los huecos de los edificios.
Las colonias pueden estar formadas entre unas pocas decenas hasta 300.000 individuos.
Uso de las feromonas
Se ha descubierto que las hormigas faraón utilizan tres tipos de feromonas para comunicarse. Dos feromonas de rastro positivo y una de rastro negativo, algo totalmente inusual.
Las feromonas que utiliza la hormiga faraón son:
- Una feromona de rastro positivo para marcar el camino y realizar una red de senderos. Estos rastros les permiten salir al forrajeo y saber cual es el camino para volver al hormiguero. Su rastro puede durar varios días.
- La segunda feromona también es de atracción y se utiliza para marcar las fuentes de alimento. Cuando una rastreadora encuentra una nueva fuente de alimento, marca el camino al resto de obreras para que sepan llegar hasta allí. Dura pocos minutos.
- Por último, una feromona de rastro negativo. Si una rastreadora se encuentra con una zona pobre o en la que hay un peligro significativo marca la zona con este tipo de feromona para alertar al resto de obreras de que no vayan allí. Dura poco tiempo.
Esta última es una feromona totalmente inusual y se descubrió por primera vez en la hormiga faraón. Se podría decir que es una especie de «repelente» hacia ellas mismas.
Las feromonas son muy importantes en la mayor parte de las hormigas ya que les permiten marcar las rutas hacia el hormiguero o hacia nuevas fuentes de alimento. Sin embargo, la hormiga faraón ha sabido adaptarse mucho mejor y es capaz de localizar peligros con ellas.
Alimentación
Las hormigas faraón son omnívoras. Se alimentan de carne, grasas, insectos muertos, dulces, queso y carroña. Utilizan los carbohidratos para su mantenimiento y las reinas necesitan las proteínas para poder poner huevos.
Plaga de hormiga faraón
A la hormiga faraón le encantan los edificios y las viviendas: habitan en las grietas de las paredes, debajo del suelo, en las despensas, en los muebles, etc… llegando a colonizar un edificio entero en pocos meses.
Suponen un grave problema debido a que causan daños en el mobiliario de los edificios debido a su actividad masticadora.
La eliminación y control de la hormiga faraón es difícil por su capacidad de dividir la colonia en colonias más pequeñas cuando detectan una alteración en el hormiguero.
Durante los programas de exterminio dividen la colonia en múltiples colonias más pequeñas para replobar más tarde. Es por eso por lo que es tan difícil combatir a la hormiga faraón, por su capacidad de dividir su colonia.
Se recomienda no utilizar repelentes o polvos para eliminar a la hormiga faraón porque podría provocar la división de la colonia. En su defecto, se recomienda utilizar cebos reguladores del crecimiento de insectos (IGR).
Daño para la salud
Debido a que las hormigas faraón se suelen alimentar en zonas bastante insalubres tales como alcantarillado, desagües o cubos de basura pueden ser transmisoras de patógenos y enfermedades a los humanos, como por ejemplo la Salmonela.
Preocupa especialmente en los hospitales ya que este tipo de hormigas se ven atraídas por los fluidos provenientes de heridas o quemaduras.